JUANJO OLIVA (I)

     Pasó el primer tramo de las fiestas navideñas, y como os comentaba hace unos días, comenzamos la última semana del año con uno de los mejores momentos que he vivido en 2011.

   Poder pasar tiempo con una de las personas a las que más admiras profesionalmente, ver de cerca como trabaja, como crea, como imagina... es un LUJO (sí, con mayúsculas). Y si, además, compruebas que en persona es todavía más adorable que como lo imaginabas... me temo que el hashtag que creé hace tiempo en twitter #adoroajuanjooliva se me queda corto...

    Lamento haber tardado en poder enseñaros esta serie de post sobre el maestro Oliva, pero no todo dependía de mí. Todo el proceso de diseño y creación de MI VESTIDO (sí, con mayúsculas también) comenzó el pasado mes de octubre, mes y medio antes de la celebración del 50 aniversario de matrimonio de los padres de F. He tenido la enorme suerte de contar con la colaboración de todo el equipo de Juanjo Oliva para que este reportaje saliera perfecto. Y, por supuesto, con la infinita paciencia y el buen hacer de Ramón Colubi y sus innumerables objetivos, trípodes, focos y gadgets varios, que ha hecho unas fotos buenísimas durante todo el proceso.

    Todo comienza una tarde de octubre en la que POR SORPRESA descubro que tengo una cita en el taller de mi diseñador favorito y que mi fotógrafo favorito estará allí también... Todo estaba preparado para comenzar un proceso maravilloso del que yo no tenía ni idea...Así que, con los nervios de punta, la voz temblorosa, y Ramón y su cámara pegados a mi espalda, asistí a la primera entrevista con Juanjo Oliva.

    Cuando subes a su fantástica tienda/taller de la madrileña calle Orfila, te dejas contagiar por la serenidad del ambiente. Todo es perfecto, cada color, cada detalle, una armonía de espacios, objetos y luces que te hacen sentir comodísima nada más entrar.

    Y allí está Juanjo. Todo amabilidad, educación y sonrisas. Me dieron ganas de gritar, de achucharlo en plan friki fan, pero me contuve para no hacer demasiado el ridículo. Creo que me contuve. Creo. No estoy segura porque estaba tan nerviosa que no lo recuerdo. En fin, espero no haber hecho demasiado el ridículo.

    Tras unos minutos intentando centrarme para poder hilar palabras de forma coherente, comprendí que estaba allí para hacerme un vestido. OMG. Si no era capaz de recordar mi dirección para la ficha de clienta ¿cómo iba a elegir un vestido? Gracias a dios, empezamos por lo fácil, los datos objetivos, como nombre, apellidos y esas cosas...

    Juanjo me enseñó las fotos de su última colección premiada en Cibeles, la de primavera/verano 2012, por si quería elegir alguno de los modelos que salió en pasarela. Aunque también me explicó que podíamos escoger un vestido de cualquiera de sus colecciones anteriores o, incluso, crear uno totalmente exclusivo. Qué nervios. Demasiada información para la única neurona que me funcionaba en ese momento.

#babas

    Después de una larga entrevista en la que, no sólo hablamos del evento al que iba destinado el vestido, sino también de mis gustos, preferencias, manías, etc, y tras revisar unas quinientas veces la última colección, decidimos que íbamos a hacer un híbrido de varios modelos para que se adaptara mejor a mis características.

"ésto" soy yo emocionada cuando Juanjo

se levantó a buscar alguno de los vestidos

de pasarela para elegir color y tejido...

...me tomaron medidas...

...y comparamos texturas, caídas, colores...

    Juanjo ya tenía muy claro el vestido en la cabeza. Es lo que tienen los genios, que, con verte, ya saben cómo será el resultado final. Yo aún estaba desbordada por el sueño que estaba viviendo. María Jesús terminó de recoger los datos que necesitaban y me dio la siguiente cita. Antes de 10 días tendría el boceto de MI VESTIDO, el presupuesto y los plazos de pruebas y entrega.

    Me costó dormir esa noche. La emoción. Los nervios. Ya sé que a much@s os parecerá una tontería. Pero para mí ha sido mágico. Después de un año complicado en muchos aspectos, tener la posibilidad de vivir esta experiencia ha sido un broche de oro maravilloso. Y con las decepciones que me he llevado yo últimamente al conocer a gente a la que admiraba profesionalmente (y luego descubres que son auténticos cretinos/as), el poder comprobar que Juanjo Oliva, al que idolatro desde hace años, es un tío cercano, amable, simpático...ayyyyy ¡qué feliz soy!

    ...y hasta aquí puedes leer hoy. Tengo que fraccionar el post porque si no, sería eterno.

    ¿Cómo imaginas que será el vestido? mañana veremos el boceto... 

¡Muchos besos y feliz lunes!

*** por cierto, que sepáis que hoy comienzan las ventas privadas en Juanjo Oliva, con descuentos de hasta el 50%...

imágenes: Colubi Light Photo